

CANTO DEL MIGRANTE .
Es pensamiento vuelto flecha. Digiero mi alma, noche y día . Vengo de guerras incontables, por que america es mi patria.
El estómago diminuto, sudor y mugres protegen. Los basureros son incontables, bendicen frescas sombras y banquetas.
Algunas almas desprendidas, comparten bolsillos a mi flaqueza.
Esquivo ruidos de tantos medios, cualquier flanco desde mi patria.
Un desorden pareciera los contenidos. Despechos, catarsis innumerables.
Aun cantan las flores con vientos, con neblinas blancas cristalinas.
Crepúsculo de sorzales y alcaravanes. Comparten anuncios cada noche.
El precio de libertad inminente.
Respiro el aire preocupado
Marchas noches y días.
Esperanzas de patria digna.
Aún, cuándo más avanzo.
Cuando nadie entienda; agradezco como buen latino.
Aun cuándo nadie ayude;
No cuestiono, por hambre. Muchas veces aguanto.
No dudo, acuso, ni crítico.
Soy migrante, siento sed y hambre.
No sé si vuelva pronto.
De lo que estoy seguro.
Patria latina ha de volver.
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Derechos. Abel Iturbe Ontiveros. 28/01/25. Guichicovi, Tuxtepec Oaxaca, México.